Almanaque Gnóstico
Día de Acción de Gracias
Se celebra el cuarto jueves de noviembre. Parece que precisamos de una época especial para expresar nuestra gratitud por las bendiciones que la vida nos presta, aunque debiera hacerse diariamente. Se conmemora con una Eucaristía de Acción de Gracias, normalmente seguida por una jubilosa fiesta. Mientras apreciamos la comida, debemos recordar que muchos seres humanos no poseen el mínimo necesario para sobrevivir. Además de la expresión de nuestra gratitud, debe servirnos para estar más conscientes de las necesidades de estas personas.
Lecturas
1 Tesalonicenses 5:18 (BLP)
Manteneos en constante acción de gracias, porque esto es lo que Dios quiere de vosotros como cristianos.
Lucas 17:11-19 (RVC)
En su camino a Jerusalén, Jesús pasó entre Samaria y Galilea. Al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez leprosos, los cuales se quedaron a cierta distancia de él, y levantando la voz le dijeron: «¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!» Cuando él los vio, les dijo: «Vayan y preséntense ante los sacerdotes.» Y sucedió que, mientras ellos iban de camino, quedaron limpios. Entonces uno de ellos, al ver que había sido sanado, volvió alabando a Dios a voz en cuello, y rostro en tierra se arrojó a los pies de Jesús y le dio las gracias. Este hombre era samaritano. Jesús dijo: «¿No eran diez los que fueron limpiados? ¿Dónde están los otros nueve? ¿No hubo quien volviera y alabara a Dios sino este extranjero?» Y al samaritano le dijo: «Levántate y vete. Tu fe te ha salvado.»
Tomás 95
[Jesús dijo]: «Si tenéis dinero, no lo prestéis a interés, sino dadlo a quien no os lo devolverá»
Comentario
Día de Acción de Gracias en la Capilla de la Magdalena
En este cuarto jueves de noviembre, la Capilla de la Magdalena nos invita a reflexionar sobre el Día de Acción de Gracias, una festividad que, aunque no es común en los países de tradición católico-romana, adquiere un simbolismo profundo dentro del contexto gnóstico. Este día no solo marca un momento para expresar gratitud, sino que también actúa como el punto de partida hacia el Adviento, el tiempo de preparación para el renacimiento de la Luz en la Navidad.
Acción de Gracias: Un Puente hacia el Adviento
En el mapa simbólico que trazamos a lo largo del año litúrgico, el Día de Acción de Gracias nos lleva a reflexionar sobre la importancia de la gratitud como virtud fundamental en nuestra vida espiritual. Este día nos prepara para entrar en el tiempo de Adviento, cuando nos disponemos a recibir el nacimiento de la Luz de Dios en nuestros corazones.
Así como la Cuaresma inicia con el Miércoles de Ceniza, el Adviento gnóstico da comienzo con esta festividad. ¿Qué mejor manera de preparar nuestro espíritu para el nacimiento de la Divinidad que dedicando un día especial a dar gracias?
Gratitud en Todo: El Ejemplo del Samaritano
Las lecturas de este día nos invitan a reflexionar sobre el significado profundo de la gratitud. En el Evangelio de Lucas, leemos sobre los diez leprosos curados por Jesús, pero solo uno de ellos regresa para dar gracias. Jesús, asombrado, pregunta: “¿Dónde están los otros nueve?” Este relato nos confronta con una verdad incómoda: a menudo, olvidamos expresar gratitud por las bendiciones recibidas.
San Pablo, en su carta a los Tesalonicenses, nos exhorta: “Den gracias a Dios en todo”. Esto implica agradecer no solo por las cosas que consideramos buenas, sino también por los momentos difíciles que, aunque incomprensibles, nos acercan más a Dios. Como dice una parte de la plegaria que recordamos hoy:
“Gracias, Señor… por la enfermedad, por el fracaso, por la desilusión, por la injusticia y la soledad… porque todo esto me acercó más a Ti.”
Compartir: Una Expresión de Gratitud
La gratitud verdadera no solo se expresa con palabras, sino también con acciones concretas. Este día nos invita a compartir con aquellos que tienen menos. Jesús, en el Evangelio de Tomás, nos enseña: “Si tenéis dinero, no lo prestéis a interés, sino dadlo a quien no os lo devolverá.” Este acto de generosidad desinteresada refleja el verdadero espíritu del cristianismo y del Día de Acción de Gracias.
Mientras disfrutamos de una mesa llena de abundancia, recordemos que hay quienes carecen de lo esencial. Nuestra gratitud debe transformarse en un compromiso con los demás, reconociendo que todo lo que tenemos es un don divino para ser compartido.
Una Reflexión para el Alma
En este día especial, hagamos un alto en nuestro camino para agradecer no solo por las bendiciones evidentes, sino también por los desafíos que nos han ayudado a crecer. Permitamos que este acto de gratitud nos prepare para recibir la Luz de Dios en nuestro corazón durante el Adviento.
Queridos hermanos y hermanas, que este Día de Acción de Gracias sea una oportunidad para reflexionar, compartir y fortalecer nuestra fe. Que nuestra gratitud nos acerque más a Dios y a nuestros semejantes, guiándonos siempre por el camino de la reintegración y la Luz eterna.
Plegaria
Gracias, Señor!!
Por la paz, la alegría y por la unión que los hombres, mis hermanos, me han brindado…por esos ojos que con ternura y comprensión me miraron, por esa mano oportuna que me levantó.
Gracias, Señor!!
por esos labios cuyas palabras y sonrisas me alentaron, por esos oídos que me escucharon, por ese corazón de amistad, cariño y amor que me dieron.
Gracias, Señor!!
por el éxito que me estimuló, por la salud que me sostuvo, por la comodidad y diversión que me descansaron.
Gracias, Señor!!
… me cuesta trabajo decírtelo,… por la enfermedad, por el fracaso, por la desilusión, por el insulto y engaño, la injusticia y soledad por el fallecimiento del ser querido. Tú lo sabes, Señor cuán difícil es, fue aceptarlo; quizá estuve a punto de la desesperación, pero ahora me doy cuenta de que todo esto me acerco más a Ti. ¡Tú sabes lo que hiciste!…Gracias Dios mio!
Gracias, Señor!!
sobre todo por la fe que me has dado en Tí y en los hombres; por esa fe que se tambaleó, pero que Tú nunca dejaste de fortalecer, cuando tantas veces encorvado bajo el peso del desánimo, camine, gracias a ti por el sendero de la verdad, a pesar de la oscuridad.
Gracias, Señor!!
por el perdón que tantas veces debería haberte pedido y otorgado, pero que por negligencia y orgullo he callado.
Gracias, Señor!!
por perdonar mis omisiones, descuidos y olvidos, mi orgullo y vanidad, mi necedad y caprichos, mi silencio y mi excesiva locuacidad.
Gracias, Señor!!
por dispensar los prejuicios a mis hermanos, mi falta de alegría y entusiasmo, mi falta de fe y confianza en Ti, mi cobardía y temor al compromiso.
Gracias, Señor!!
porque me han perdonado…
Gracias, Señor!!
por indultar mi hipocresía y doblez y hacerme ver que debo cambiar esa apariencia que con tanto esmero cuido, pero que sé en el fondo no es más que engaño a mí mismo.
Gracias, Señor!
por disculpar esos labios que no sonrieron, por esa palabra que callé y esas manos que no tendí y esa mirada que desvié, esos oídos que no presté, esa verdad que omití y ese corazón que no amé.
Gracias, Señor!
por esa protección con que siempre me has preferido.
Gracias, Señor!
por todos lo que no te dan gracias, por los que no imploran de tu ayuda y por los que no te piden perdón, por los que todavía no te conocen…
Dame un corazón agradecido y llena mi vida de esperanza y generosidad.
Señor Bendito y Alabado seas por siempre…me abandono en tu Amor… hágase tu voluntad y no la mía.
Por Cristo Nuestro Señor
Amén.
Plegaria obtenida de internet de:
http://iglesiaanglocatolicausa.blogspot.com/2010/11/feliz-dia-de-accion-de-gracias.html
Misa del Día de Acción de Gracias
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