Almanaque Gnóstico
Día de todas las Ánimas
El día 2 de noviembre es el día de todas las ánimas, conmemorado con una Eucaristía de Réquiem General. Oramos por todas las almas de aquellos que partieron de esta vida haciendo un puente entre los mundos de la vida y de la muerte. Podemos ver también que estamos en un estado de muerte en la inconsciencia, luchando por volver plenos de vida en la Gnosis. De esta forma, oraremos por los muertos que hay dentro de nosotros.

Lecturas
Filipenses 3:18-21 (BLP)
Hay muchos que viven como enemigos de la cruz de Cristo; os lo he dicho muchas veces y os lo repito ahora con lágrimas en los ojos. Su paradero es la perdición; su dios, el vientre; su orgullo, aquello que debería avergonzarlos; su pensamiento, las cosas terrenas. Nosotros, en cambio, somos ciudadanos de los cielos y esperamos impacientes que de allí nos venga el salvador: Jesucristo, el Señor. Él será quien transforme nuestro frágil cuerpo mortal en un cuerpo glorioso como el suyo, en virtud de la capacidad que tiene para dominar todas las cosas.
Apocalipsis 21:5-8 (RVC)
El que estaba sentado en el trono dijo: «Mira, yo hago nuevas todas las cosas.» Y me dijo: «Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas.» También me dijo: «Ya está hecho. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tenga sed, yo le daré a beber gratuitamente de la fuente del agua de la vida. El que salga vencedor heredará todas las cosas, y yo seré su Dios y él será mi hijo. Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los homicidas, los que incurren en inmoralidad sexual, los hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
Tomás 1
Yeshua dijo: «Quien encuentre el sentido de estas palabras no gustará la muerte»

Comentario
Día de Todas las Ánimas: Reflexión en la Capilla de la Magdalena
Con el Día de Todas las Ánimas, cerramos el Tridium Otoñal con un mensaje de profunda esperanza. Este es un momento propicio para reflexionar sobre la naturaleza efímera de nuestra existencia terrenal y sobre la vida verdadera que nos promete la Gnosis. En esta fecha, recordamos especialmente a las almas que han partido, lo que nos invita a meditar sobre nuestra condición en el mundo y el sentido último de nuestro viaje espiritual.
Un Viaje hacia la Oscuridad y el Exilio
A medida que avanzamos en esta época de días cada vez más oscuros, somos llamados a simbolizar este viaje como un descenso a la región de las sombras. Este paso por la oscuridad nos revela que el mundo material no es nuestro hogar definitivo; estamos aquí en una suerte de exilio. Esta vida terrenal, aunque necesaria para nuestro desarrollo espiritual, es en última instancia un tránsito, una morada temporal que llegará a su fin.
San Pablo nos advierte en sus escritos sobre la fragilidad de nuestro cuerpo mortal, que está destinado a perecer. Estamos, en cierto sentido, habitando un cadáver; es solo cuestión de tiempo antes de que el cuerpo falle. Sin embargo, muchos de nosotros vivimos como si esta existencia material fuera definitiva, como si la vida terrenal pudiera ofrecer una verdadera y permanente morada. Nada más lejos de la verdad.
Reflexión sobre las Almas que Han Partieron
El recuerdo de las almas de aquellos que ya no están con nosotros debería llevarnos a reflexionar sobre nuestra propia vida y nuestra relación con la muerte. Nos recuerda que la vida material es solo un fragmento en el vasto esquema de la existencia, y que la verdadera vida se encuentra en otro nivel, más allá de la muerte física.
En la tradición gnóstica, la muerte no es el fin; es una transición hacia una realidad superior. La Gnosis nos guía hacia esta vida trascendental, y Cristo se encarnó precisamente para mostrarnos ese camino. Como dice San Pablo, Él será quien transforme nuestro cuerpo frágil en un cuerpo glorioso. Es una promesa de resurrección y de vida en la plenitud del espíritu, un estado de existencia más allá de lo terrenal.

La Promesa de la Vida Eterna
El Apocalipsis también nos ofrece una visión de esperanza: “El que venza heredará estas cosas; y yo seré su Dios y él será mi hijo”. Esta es una invitación a trascender las limitaciones de nuestra naturaleza mortal y alcanzar una comunión plena con el divino. Pero este camino no es automático; requiere nuestra voluntad y determinación.
La promesa de Yeshua en el Evangelio de Tomás, “Quien encuentre el sentido de estas palabras no gustará la muerte”, nos recuerda que la inmortalidad no es simplemente una cuestión de vida o muerte física. La verdadera vida es aquella que se encuentra en el conocimiento profundo, en la Gnosis, que nos libera del ciclo de nacimiento y muerte y nos permite experimentar una existencia trascendental.
La Lucha Espiritual: Camino Hacia la Vida Verdadera
Para alcanzar esta vida plena en la Gnosis, es necesario que luchemos. No basta con esperar que la vida espiritual nos sea otorgada; se requiere esfuerzo y voluntad. La victoria sobre las limitaciones de la existencia terrenal y sobre nuestra propia ignorancia es un proceso de superación continua, y solo aquellos que están dispuestos a emprender este combate espiritual pueden esperar heredar la vida eterna.
Jesucristo, el Señor, nos ha mostrado el camino. Él es el puente entre lo temporal y lo eterno, y nos ha dado las claves para transitar hacia la verdadera vida en la Gnosis. Este sendero se abre ante nosotros, listo para ser recorrido. Solo necesitamos voluntad para tomarlo y avanzar con paso firme, confiando en que al final del camino hallaremos la plenitud de la vida en el espíritu.

Plegaria
Santa Sophia, te rogamos por el cadáver que hay en nosotros, así como hiciste que se insuflara el espíritu en el primer hombre, te rogamos le pidas al padre celestial no nos abandone en este mundo de muerte y nos revele la Santa Gnósis. También te pedimos por aquellos que partieron de esta vida, para que veles porque continúen siempre siendo un puente de Luz para nosotros.
Por Yeshua nuestro Señor.
Amén

Misa del Día de Todas las Ánimas
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