Almanaque Gnóstico
Quinto domingo de Cuaresma
El quinto domingo de Cuaresma intensifica el drama del sacrificio del Cristo. Por medio de su Amor somos conducidos al encuentro con el misterio de su icono. La imagen de la Cruz brilla delante de nosotros como faro guía que nos llama a la contemplación de su misterio.
Oh, árbol de vida, con sus raíces plantadas en tierra y sus preciosos frutos alcanzando los cielos. El Logos o Principio Crístico es la vía vertical. La naturaleza del hombre es aquello que la cruza; el madero clavado en la horizontal de la cruz es la conversión del hombre. Un instrumento de tortura se revela como un trofeo de salvación, y de este modo, la cena está próxima para la comprensión Gnóstica del sagrado drama de la Semana Santa.
Lecturas
Juan 12:23-33,42-43 (RVC)
Jesús les dijo: «Ha llegado la hora de que el Hijo del Hombre sea glorificado. De cierto, de cierto les digo que, si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, se queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto. El que ama su vida, la perderá; pero el que aborrece su vida en este mundo, la guardará para vida eterna. Si alguno me sirve, sígame; donde yo esté, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirve, mi Padre lo honrará.
»Ahora mi alma está turbada. ¿Y acaso diré: “Padre, sálvame de esta hora”? ¡Si para esto he venido! Padre, ¡glorifica tu nombre!» En ese momento vino una voz del cielo: «Lo he glorificado, y volveré a glorificarlo.» La multitud que estaba allí, y que había oído la voz, decía que había sido un trueno. Pero otros decían: «Le ha hablado un ángel.» Jesús les dijo: «Esta voz no ha venido por mí, sino por ustedes. Ahora es el juicio de este mundo; ahora será expulsado el príncipe de este mundo. Y cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo.» Con esto Jesús daba a entender de qué muerte iba a morir.
Con todo eso, muchos creyeron en él, incluso algunos de los gobernantes; pero por causa de los fariseos no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga. Y es que amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios.
Tomas 102
Dijo Jesús: «¡Ay de ellos, los fariseos, pues se parecen a un perro echado en un pesebre de bueyes!: ni come, ni deja comer a los bueyes».
Comentario:
En las lecturas del quinto domingo de cuaresma, Jesús nos anuncia la forma horrorosa en que va morir. Esto no parece una buena noticia. Y no lo será para aquellos que aman más “la gloria de este mundo que la la gloria de Dios”. Aquellos que aman la vida del mundo habrán creído triunfar. Y así será momentáneamente…
Pero la resurrección que acaecerá después nos demostrará que los poderosos nada pueden contra los débiles, pues solo podrán matar el cuerpo. El “Principe de este mundo” será derrotado…
Cristo al ser levantado en el nuevo “Árbol de la Vida” nos habrá demostrado, con su sacrificio de amor, que ha vencido al mundo y que no debemos temer a los poderosos…
Dios hecho hombre nos invita a contemplar su calvario durante la Semana Santa, empezando por su entrada gloriosa en Jerusalén, en la que fue aclamado por todos como Mesías Salvador y luego traicionado por los poderosos y por aquellos que querían que Dios actuara según sus conveniencias…
Ay de los Fariseos que por no perder su preeminencia, no quisieron reconocer a quien tenían delante…
Plegaria:
Señor y Dios nuestro, te rogamos que tu gracia nos conceda participar generosamente de aquel amor que llevó a tu Hijo a entregarse a la muerte por la salvación del mundo.
Que vive y reina contigo en la unidad de la Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén
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