Almanaque Gnóstico
El día de San Rafael Arcángel
El día de San Rafael Arcángel se celebra el 22 de diciembre. Rafael es el ángel de la curación y de la salud y es siempre invocado en el Sacramento de la Unción. Rafael representa el principio de la regeneración de la Luz en la región de las tinieblas. Así Rafael viene siendo celebrado en nuestra tradición en el solsticio de invierno, porque cuando las tinieblas se extinguen siquiera un ápice, se engendra la luz renovada, que entonces “nace” en el día de Navidad.

Comentario
San Rafael: El Arcángel de la Sanación y la Luz Renaciente
Cada 22 de diciembre, en plena oscuridad del solsticio de invierno, celebramos el día del Arcángel Rafael, el ángel de la curación y la regeneración espiritual. En nuestra tradición, Rafael simboliza la renovación de la luz en medio de las tinieblas, un mensaje profundamente vinculado al momento cósmico que vivimos en este tiempo del año.
El solsticio de invierno marca el día más corto y la noche más larga, pero también señala el inicio de la transformación luminosa. Desde este punto, la luz comienza a vencer a la oscuridad, preparando el camino para el renacimiento de la Luz en Navidad, cuando celebramos la llegada del Emanuel: “Dios con nosotros”.
La Sanación como Regeneración hacia la Luz
Rafael, cuyo nombre significa “Dios sana”, no solo es invocado en momentos de enfermedad física, sino también en los procesos de sanación espiritual. Su misión, profundamente ligada a la regeneración, es purificar nuestras almas elevándolas en un proceso para alcanzar la reconciliación, liberándonos de las cargas y tinieblas interiores que nos impiden recibir plenamente la Luz de Cristo.
El ángel de la sanación nos prepara para este nacimiento. Nos unge con el solsticio, donde la oscuridad nos envuelve como un manto que permite que la Luz pueda brillar con más fuerza. Este proceso de regeneración nos abre a la reconciliación con la Luz divina y con nuestro propósito espiritual.
El Solsticio de Invierno y la Promesa de la Luz
En el solsticio de invierno, la naturaleza nos enseña que es en la mayor de las oscuridades donde renace la Luz. Este renacimiento simboliza el proceso de transformación espiritual al que somos llamados: dejar atrás nuestras sombras y permitir que la Luz divina ilumine nuestras vidas.
El papel de Rafael es esencial en este proceso, porque la sanación que trae no es solo de heridas físicas, sino también de nuestras faltas y errores. Nos ayuda a preparar el corazón para recibir la Luz renovada de Cristo en la Navidad, cumpliendo así la promesa hecha a todos del nacimiento de la Luz en cada uno.

Rafael: Guardián de la Salud y la Esperanza
Rafael es también un símbolo de esperanza, recordándonos que la oscuridad nunca tiene la última palabra. Su presencia en este día nos invita a reflexionar sobre cómo podemos permitir que la luz renaciente ilumine nuestros pensamientos, acciones y relaciones.
A través de su intercesión, nos preparamos para abrazar la promesa de renovación espiritual que trae el solsticio y que culmina con el nacimiento de Cristo.
Un Momento de Renovación Interior
En este tiempo de Adviento, el mensaje de Rafael resuena con fuerza: la sanación interior, como acto de regeneración, es necesaria para recibir la Luz divina. En la quietud de este día, podemos reflexionar sobre nuestras propias sombras y pedir al Arcángel Rafael que nos guíe hacia la reconciliación, la paz y la renovación.
Que este día nos inspire a permitir que la Luz de Cristo renazca en nuestros corazones, trayendo sanación y esperanza a nuestras vidas y a las de quienes nos rodean.
Felices Fiestas a Todos
En este tiempo especial de Adviento y cercanía de la Navidad, celebremos la luz que renace en cada uno y que el Arcángel Rafael nos ayuda a reconocer y abrazar. ¡Felices fiestas a todos!

Plegaria del día de San Rafael Arcángel
Arcángel Rafael, tu que eres el angel de la curación y la Salud y que representas el principio de la regeneración de la Luz en la región de las tinieblas, eleva hacia las regiones más altas del Pleroma, esta, nuestra plegaria, para que, una vez sanados de nuestras faltas, el día de Navidad la renovada Luz de Cristo renazca en nuestros corazones.
Por Ieshuah Nuestro Señor
Amen.

Volver